sábado, 6 de febrero de 2010

Poema. A juicio.

A JUICIO

Las criaturas se nos violentan, deprimen,
sodomizan y se graban.
Preocupa la obesidad infantil.
Todos responsables
por pensamiento, palabra,
voto,
obra u omisión
de esta cría de gansos,
de este foie-grass infantil
que debería explotar
en la cara de gobernantes y emprendedores.
Más autopistas y cementos para seguir engordando
cuentas corrientes,
las únicas perras con libertad para correr en esta tierra.
A qué aire salen a quemar grasa
nuestras criaturas
a fin de qué nicho de cemento se van a mover
nuestras criaturas
si sólo hay edificios, coches, coches y más coches,
si cada parque nuevo cementado acorralado de carreteras
es una broma de mal gusto,
por más que se pinten de colores los caballitos de madera.
Si no hay donde jugar al escondite,
atar la goma,
oler frescamente la luz de la luna.
Si no hay donde buscar tesoros,
acampar de noche
matar sanamente el tiempo que huye.
Qué tiempo.
Criaturas en sillas de paseo a ras de tubo de escape,
seres para el cáncer de pulmón.
Deberían llevarnos a juicio.
A juicio, a santo juicio,
porque somos todos pederastas,
culpables de joder a la infancia.

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